Este café proviene de distintas fincas en las montañas de Antioquia, cultivado por varios pequeños productores entre los 1.500 y 1.800 m.s.n.m.. Se trata de un blend de variedades Caturra y Castillo, cuidadosamente seleccionadas para ofrecer una taza equilibrada, consistente y representativa del carácter tradicional de la región.
Este café fue fermentado en agua durante 36 horas, resaltando su claridad y acidez brillante. Luego, fue secado lentamente durante más de 200 horas en un proceso mixto que combina sol y secado mecánico, cuidando cada grano con paciencia para asegurar su calidad en taza.